"Desde el balcón del reloj se ven ya las azoteas del pueblo, blancas, con sus monteras de cristales de colores y sus macetas floridas pintadas de añil..."
"En el norte de Moguer, en las noches bajas y claras de verano se acumulaban las estrellas en sus graneros celestes... sus cúmulos parecían continentes absolutos del tremendo espacio azul, verde, morado, negro, con iris de infinito."